Sistemas Operativos, un poco de historia

Para que un software de aplicación pueda tomar ventaja de los recursos de hardware de un equipo, hay un componente que no puede faltar: el sistema operativo.

Los sistemas operativos (SO) son imprescindibles para el funcionamiento de máquinas físicas, pues sirven de intermediario entre los recursos materiales, el usuario y las diferentes aplicaciones. Con este fin, cada sistema operativo está compuesto por una serie de programas que facilitan la gestión de las interacciones entre los diferentes componentes de hardware. De dichos programas se componen los siguientes tres elementos:

  • El núcleo o kernel
  • El traductor de comandos
  • El sistema de archivos

 

El núcleo, también llamado kernel, representa las funciones básicas del sistema y por lo tanto es responsable de, por ejemplo, la gestión de la memoria y de los procesos individuales. El traductor de comandos permite que el usuario del equipo se comunique, por medio de comandos, con el sistema operativo. Por último, el sistema de archivos hace posible el almacenamiento de archivos en un árbol de datos. Las tareas de un sistema operativo son muy diversas, aunque han ido cambiando con el paso del tiempo. En un principio, las funciones de protección tales como la asignación de espacio de almacenamiento o la limitación de los derechos de los usuarios, no jugaban un papel muy importante, sin embargo, hoy son una gran herramienta para evitar fallos en el sistema o interrupciones de los programas y para protegerse de ataques externos.

Hace unos años, también era necesario utilizar un sistema operativo para la administración de servidores de archivos, de bases de datos y de servidores web, cuya popularidad aumentaría como consecuencia de la creciente interconexión entre los sistemas informáticos. Debido a los requerimientos del servidor en cuanto al sistema operativo y a que algunos SO respondían mejor a ellos que otros, rápidamente empezaron a denominarse sistemas operativos para servidor. A continuación, explicaremos un poco más sobre los inicios de los sistemas operativos, acerca de los primeros representantes en los entornos de servidor, así como sobre los sistemas operativos para servidor preferidos por los usuarios.

 

De interfaces de usuario basadas en texto a complejos sistemas de programas

En 1974, Gary Kildall lanzaría, en disquete, el sistema operativo CP/M. Este se convertiría en el primer sistema operativo de pc para uso doméstico, pues en los primeros años después de la publicación de UNIX, que tuvo lugar solo pocos años antes, este se utilizó solo para aplicaciones muy especializadas, sobre todo en universidades e instituciones de investigación. CP/M, originalmente un acrónimo para Control Program/Monitor (en español: “Programa de control/Monitor”), junto al Basic Input/Output System (BIOS) tuvo una interfaz de hardware estandarizada, por lo que podía ser utilizado para diferentes equipos. Sobre la línea de comando intérprete CCP (Procesador de comandos de consola), el sistema podía recibir y ejecutar órdenes del usuario. CP/M es el único Disc Operating System (DOS) para microcomputadoras que vale la pena mencionar antes de 1980 y, por lo tanto, un modelo para una idea de sistema que, en los años siguientes, se convertiría en una solución administrativa dominante.

Durante mucho tiempo, DOS no fue en sí un sistema operativo único, sino más bien un concepto que fue adaptado por diferentes proveedores e implementado de diversas maneras. Posteriormente, apareció MS-DOS de Windows, que también jugaría un papel importante en muchas versiones del reconocido sistema operativo de Microsoft (hasta Windows 98). Así, lo que era DOS para los ordenadores IBM de la época, era System (que se convertiría en Mac OS en 1996) para Apple. En 1984, con el lanzamiento del Apple Macintosh, el sistema operativo recibió una interfaz gráfica que podía ser operada con el ratón. Un año antes, Apple había implementado un sistema operativo similar con Lisa OS para el Apple Lisa, cuyo éxito en ventas no fue muy grande debido al elevado precio de 10.000 dólares.

 

Windows se pone a la cabeza de los pc de escritorio, Linux domina el entorno del servidor

No fue sino hasta 1993 que Microsoft, con el sistema operativo Windows NT 3.1, presentaría una respuesta al lanzamiento de Apple. Hasta entonces, el fabricante de software solo había sido relativamente exitoso con la interfaz gráfica de Windows 3.0 para MS-DOS. Aunque el sistema NT, publicado como Workstation y como sistema operativo para servidor, no pudo posicionarse en el mercado, Microsoft aprovecharía su kernel para utilizarlo como base para la mayoría de sus futuras versiones (2000, XP, Vista, 7, 8, 10). La única excepción sería la versión Windows 9x Serie, la cual, basada en MS-DOS, fue producida para el uso privado, tenía un núcleo propio de 32 bits y, en 1995, se lanzaría al mercado bajo el conocido nombre de Windows 95, un lanzamiento que marcaría el éxito de los sistemas Windows en el sector privado. Otros representantes de esta línea fueron Windows 98 y Millennium Edition, que, al mismo tiempo, significaron el fin de estas derivaciones del sistema.

En cuanto a los sistemas operativos para servidores, aparecería Linux, una alternativa inspirada en el veterano servidor UNIX. Aunque fue ofrecido solo por un corto periodo de tiempo como software de propietario, en 1992 el kernel de Linux se puso a disposición de los usuarios bajo la licencia de libre uso GNU, algo que propagaría su uso y lo convertiría en un sistema interesante para un gran número de desarrolladores. En combinación con diferentes tipos de software auxiliar, se desarrollarían las llamadas distribuciones, entre ellas Yhhdrasil, Linux o Slackware, que funcionan como un sistema operativo completo y que no implican ningún tipo de inversión financiera. Así, las distribuciones de Linux eran libres y de implementación flexible, pues, con los conocimientos necesarios, podían ser adaptadas y ampliadas según las necesidades. Junto a la excelente gestión de derechos y administración del sistema, Linux se convirtió en el sistema operativo preferido de muchos administradores para sus servidores, sobre todo para el desarrollo web, algo que aún se mantiene.

 

La actualidad de los sistemas operativos para servidores

La era de la Web 2.0 ha hecho que la búsqueda del SO indicado sea una preocupación general. Mientras que, en los comienzos de Internet, este era un lugar donde la mayoría de los usuarios solo consumían el contenido presentado, en el nuevo milenio es más un depósito para proyectos web de todo tipo, que son creados, desarrollados e implementados por una gran comunidad online. Independientemente de si se trata de la gestión de un blog, del mantenimiento de una página web o de la descarga de una aplicación web, detrás de todos estos proyectos siempre hay un servidor web que es puesto en marcha y administrado gracias a las funciones de un sistema operativo. Sin embargo, antes de decidirte por un sistema operativo para tu servidor, es necesario dejar claro si quieres ocuparte por tus propios medios del entorno de alojamiento o si prefieres dejarlo en manos de un proveedor. En consecuencia, el usuario se enfrenta a numerosas posibilidades.

Actualmente, Linux sigue desempeñando un rol fundamental. Según las estadísticas de W3Techs, más de la mitad de sistemas UNIX, que son alrededor de dos terceras partes del total de los proyectos web, utilizan distribuciones Linux. Las distribuciones Ubuntu y Debian, seguidos por CentOS, son las distribuciones preferidas. No tan populares, pero dignas de ser mencionadas, son Red Hat, Gentoo, Fedora y SUSE. El mayor competidor de los sistemas operativos para servidores Linux o UNIX sigue siendo producido por Microsoft, quien desde 2003 y dentro de la serie NT, ofrece Windows Server Edition.

 

Fuente: www.1and1.mx