Factor clave en proyectos audiovisuales

Uno de los procesos más destacados en la realización de un proyecto audiovisual es el que se refiere al montaje en la postproducción, ya que esta fase dotará al proyecto de carácter propio y diferenciador a través del acoplamiento de las imágenes, el sonido o los efectos especiales e informáticos que se le incorporen.

El trabajo de postproducción incluye todos los procedimientos que se efectúan una vez recopilado el material grabado ya sea para cine, televisión o cualquier otro proyecto audiovisual. En esta fase tiene gran relevancia la figura del montador, ya que el montaje es lo que permite ver que finalmente la idea y guión inicial plasmados en la pantalla.

Pero el trabajo del equipo de postproducción, en la mayoría de los casos, no se limita sólo a la fase final del proyecto, puesto que, una labor importante del mismo, es hacer seguimiento de todo el proceso de grabación y desarrollo del proyecto audiovisual para asegurar que van a disponer de todo el material gráfico necesario para elaborar el montaje.

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A su vez, es muy relevante que, a medida que supervisan y comprueban lo rodado, el equipo de postproducción organice este material para poder estructurar el rodaje en secuencias y no confundir el orden de las mismas a la hora de unir los planos grabados.

Una vez que se han grabado todas las secuencias y se tiene todo el material, escenas y planos necesarios, entra en juego el montaje. Es el montador quien debe utilizar todo este material gráfico para armar una primera versión a modo de “borrador” para poder ver el resultado del guión en imágenes. Esto permite tener una primera idea del resultado en pantalla del proyecto, así como, los efectos que se van a necesitar añadir en esta fase de postproducción.

Los encargados de la realización de efectos digitales, presentes desde el inicio del proyecto para trabajar en consonancia con la esencia del proyecto y la estética del mismo, deberán añadir estos efectos digitales (paisajes, localizaciones interiores, elementos que no estaban en el momento de la grabación, etc.) a una versión más pulida del proyecto llevada a cabo por el equipo de montaje, donde se obtendrá el «montaje final» revisado por los técnicos.

Aún así, el trabajo del equipo de postproducción no ha acabado ya que sonido e imagen no se montan a la vez. Una vez tenemos el montaje final, el equipo de postproducción debe incluir el sonido, en lo que se denomina «montaje definitivo».

Por último, una vez se tienen la imagen y el sonido definitivo en una misma versión, el equipo de postproducción realiza el “máster final”, momento en el que se hace la última revisión del montaje antes de ser distribuido de manera comercial. Es importante hacer esta supervisión de la sincronía del producto final para evitar errores que se pueden haber generado a lo largo de este proceso, puesto que es un proceso que se tarda en realizar en ocasiones más de un mes.

La postproducción es una fase del proyecto muy importante ya que dota de personalidad y le da unos matices únicos a todo el material grabado que ayudarán a que sea un éxito de audiencia. Su desarrollo implica el trabajo de un gran número de profesionales especializados en edición, sonido, voz en off y animación con efectos especiales.

Las tareas básicas de los procesos de postproducción de material audiovisual para cine, televisión o publicidad forman parte de la realización, lo que supone asumir decisiones a nivel artístico y productivo, abarcando la etapa de desarrollo y distribución del producto audiovisual.

 

 

Fuente: www.ifp.es